La banca española tiene un elevado nivel de madurez digital frente a sus principales comparables europeos, de acuerdo con el Informe sobre Madurez Digital 2018 elaborado por Minsait, filial de Indra y líder en Transformación Digital y tecnologías de la Información en España y Latinoamérica. Algunos datos, como que el 90% de los bancos españoles ya exploten el Big Data, lo muestra.
El Informe muestra que existen cinco grupos de entidades bancarias en España diferenciadas en cuanto a la madurez de su proceso de transformación digital.
Los bancos más grandes, que han realizado fuertes inversiones en adaptar sus arquitecturas tecnológicas, en realizar adquisiciones de compañías Fintech, en incorporar productos y servicios bancarios y no bancarios a través de sus canales digitales, y en crear imagen de marca digital a través filiales dirigidas al segmento digital, o directamente desde el propio banco en su conjunto.
Los bancos de tamaño medio, que han crecido a través de procesos de concentración recientes, procesos que ocupan una parte importante de su agenda estratégica, pero que no son óbice para que hayan dejado de desarrollar capacidades digitales. Estas entidades tienen inversiones más controladas y servicios digitales dirigidos tanto a particulares como empresas, con una visión más de “innovación operativa” que incorpora soluciones digitales probadas. Y no presentan inversiones en tecnologías “frontera” cuyo plazo de maduración sea demasiado largo.
Bancos regionales, con menor capacidad de inversión y base de clientes menos digital con una estrategia más de seguimiento, que incorporan de manera más táctica algunas piezas de experiencia de cliente digital cuando éstas ya están alcanzando la fase de comoditización y ya no representan un elemento tan diferencial.
Bancos pequeños, pero con posicionamientos y nichos bien definidos, que tienen una estrategia proactiva hacia la digitalización, con menos legado y mayor agilidad que les permite dedicar proporcionalmente más recursos a la innovación proyectando una imagen de marca más digital hacia segmentos de clientes también más digitales.
Un grupo de “neobancos”, no necesariamente procedentes de la industria financiera, que nacen como bancos nativos digitales sin el legado tecnológico, sin pesadas estructuras de personal y de la red física, y sin el legado cultural propio de los bancos tradicionales. Las propuestas de valor 100% digitales de estos bancos están basadas en la simplicidad tanto en productos como en experiencia de usuario, dirigidas a los segmentos de clientes más familiarizados con la tecnología, y su impacto real en la industria es aún incipiente.
El Informe Minsait de Madurez Digital apunta que la digitalización ha pasado a ser un eje estratégico en la agenda de la práctica totalidad de los bancos españoles, lo que tiene su correspondiente reflejo en la organización a través de unidades enfocadas a la innovación y a la transformación digital. Y algunas entidades están transformando las estructuras organizativas para hacerse más transversales alrededor de pequeños grupos de profesiones multidisciplinares que trabajan por proyectos con metodologías más ágiles y eficientes. Otra muestra de madurez.
Fuente: https://okdiario.com/