El desarrollo de las tecnologías educativas en las escuelas norteamericanas, según el artículo, se está llevando a cabo de un contexto de absoluta desigualdad. El modelo que se está generando es el de una escuela dividida por la brecha tecnológica cuyo desigual desarrollo no para de crecer. Mientras unos estudiantes se ven favorecidos por su uso, otros permanecen ajenos a las posibilidades que el desarrollo adecuado de las tecnologías educativas podría depararles.
Es el momento de afrontar una profunda evaluación de los distintos usos de la tecnología, cribar los casos de éxito y acometer su definitiva implantación de tal manera que todos los estudiantes puedan aprovechar las ventajas que los estudios rigurosos proponen sobre el asunto.
Los datos analizados en estos 126 estudios ofrecen una enorme variabilidad de enfoques y niveles educativos, así como muestras cuantitativamente muy diferentes. Las cuestiones relativas a la eficacia y las consecuencias para el aprendizaje del uso de la tecnología en la educación tendrán que continuar siendo objeto de investigación. En este orden de cosas, desde el Intef «hacemos lo posible para comprobar de forma empírica, a través de programas como por ejemplo Samsung Smart School o la Escuela de Pensamiento Computacional, la relación entre la implementación de la tecnología en el aula y los beneficios obtenidos por los alumnos. Es necesario fundamentar cuanto antes, desde una base científica sólida, la presencia de la tecnología educativa en la Escuela», comenta la institución.
Fuente: https://www.interempresas.net