Gartner pronostica que los gastos de TI en todo el mundo totalizarán 3,8 billones de dólares en 2019, con un incremento del 3,2% con respecto al gasto esperado de 3,7 billones de dólares en 2018. “Si bien la volatilidad de la moneda y el potencial de las guerras comerciales todavía juegan un papel importante en la perspectiva del gasto en TI, es el cambio del concepto de la propiedad de la tecnología a la modalidad de servicio lo que está generando estas oleadas en cada segmento de negocio”, matiza John-David Lovelock, vicepresidente de Investigación de la firma de analistas.
Así, se espera que el gasto en software empresarial experimente el mayor crecimiento con un 8,3% en 2019. El software como servicio está aumentando en casi todos los segmentos del software, en particular, la gestión de relaciones con los clientes (CRM), debido a un mayor enfoque en brindar mejores experiencias a los usuarios. El software en la nube crecerá más del 22% este año en comparación con el 6% de crecimiento de todos los demás modelos de software. Si bien las aplicaciones principales como la planificación de recursos empresariales, CRM y la cadena de suministro continúan obteniendo la mayor parte del dinero, la seguridad y la privacidad son de particular interés en este momento. El 88% de los CIO globales recientemente encuestados han implementado o planean desplegar software de ciberseguridad en los próximos 12 meses.
Pese a haber cerrado con un crecimiento del 6% en 2018, los servidores de CPD volverán a un mercado en declive y caerán del 1% al 3% anual durante los próximos cinco años. Esto, a su vez, afectará el gasto general de los sistemas de centros de datos ya que el crecimiento se desacelerará en 2019. Los servicios de TI serán un factor clave para 2019, ya que se pronostica que el mercado alcanzará un billón de dólares en 2019, un aumento del 4,7% con respecto a 2018. El pronóstico de una desaceleración económica global, junto con las presiones internas para reducir el gasto, están impulsando a las organizaciones a optimizar el gasto externo de la empresa para servicios como la consultoría.
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